Siete alcaldes, 11 presidentes, 37 años y contando… es el tiempo que Durán ha sobrevivido sin agua potable y en la completa dependencia de un sistema regentado por las asociaciones y compañías de tanqueros. No está claro cuántos camiones circulan, tampoco quiénes son sus representantes, lo único certero es que en este cantón la supervivencia urbana pende de un hilo, sostenida por su buena voluntad.
La realidad de Durán sobrepasa los límites de la precariedad. Según la Agencia de Regulación y Control del Agua (ARCA), un 70% de la ciudad no tiene redes de agua potable y un 78% tampoco tiene alcantarillado. Las calles se inundan con la lluvia, las letrinas desbordan; y, en esas condiciones, cada familia necesita mensualmente un mínimo de USD 60 para abastecerse del agua que llevan los tanqueros.
Cobertura del agua potable en Durán
Pero ¿y si una familia no cuenta con ese dinero? Las limitaciones económicas en Durán saltan a la vista, pero no es posible cuantificarlas. No existen cifras actualizadas de sus niveles de pobreza, ni siquiera sobre cuánto ha crecido la ciudad y su población en los últimos años. El último reporte data del Censo de 2010, realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Hace 13 años, el INEC reportó que un 67,8% de los durandeños viven en la pobreza por necesidades básicas insatisfechas. Es decir, hacinados en casas diminutas, con pisos de tierra y construidas de caña, sin servicios higiénicos, sin agua o electricidad; además de enfrentar severas limitaciones de acceso a la educación, con niños de seis a 12 años que no van a la escuela y adultos jefes de familia con menos de dos años de escolaridad.
En este escenario, si una familia no cuenta con el dinero para el tanquero, simplemente se queda sin agua. “Recogemos agua de lluvia con botellas que ponemos en el techo, llevamos galones a las tomas de agua municipales, uno se da formas y se hace lo que se puede, pero con los señores tanqueros, si no hay plata, no hay agua”, cuenta una moradora del barrio Los Helechos.
El precio oficial del agua para el usuario se mantiene en 0,80 centavos por cada tanque de 55 galones. Al menos eso es lo que dispone la norma, porque en las calles de Durán la especulación y sobreprecios son un secreto a voces. “Nos cobran mínimo un dólar. Si hay escasez o les da la gana suben a dos y tres dólares por tanque”, cuenta otra vecina en Los Helechos. Y no tienen mucha alternativa: “Si reclamamos el chofer se enoja, se va sin dejar el agua y deja de circular por la cuadra”, se lamentó.
Testimonios como este hay por doquier en los barrios y comunas de Durán. No son algo nuevo; y, sin embargo, la administración del ex alcalde Dalton Narváez lo negaba. En 2022, el entonces gerente de la Empresa de Agua de Durán (EMAPAD), Cristian Mendoza, dijo en una entrevista que era “imposible” que un tanquero regulado cobre más de 0,80 centavos. Según dijo, por los controles que realizaba la empresa y la regulación exigida a cada camión cisterna.
En las mismas fechas, Narváez aseguró que los controles para evitar la especulación de los tanqueros era competencia de la EMAPAD y que sobre la ciudadanía pesaba la responsabilidad de denunciar cualquier cobro por encima del precio oficial. Tras hablarle de los reclamos de la ciudadanía, respondió: “Denúncielo para actuar. Para eso está la empresa. Nosotros ayudamos pero deben hacer la denuncia para poder actuar”, respondió en una entrevista realizada en enero de 2022. “El gerente tendría que responder. Ante la Contraloría y las entidades de control, él es responsable de sus actos”.
El testimonio de la ciudadanía desdice de las afirmaciones de ambos ex funcionarios; y, por si no fuera suficiente, poco más de un año más tarde, una confesión desde el mismísimo gremio de tanqueros de Durán demuestra que del dicho al hecho, existe una gran diferencia: “Cobramos un dólar para que nos alcance y poder dar mantenimiento adecuado al vehículo”, aseguró Cristian Alvarado, de la Asociación de Servicios de Distribución de Agua Mediante Tanqueros del Cantón Durán, un gremio que agrupa a 23 camiones cisterna que operan de lunes a sábado, con una frecuencia de cuatro recorridos por día.
Durán crece por debajo del radar
El número de hogares en Durán es otro de sus misterios. El crecimiento acelerado, especialmente en zonas de asentamientos irregulares, ha complicado las estadísticas sobre el número de viviendas y construcciones. Se estima que más de la mitad de la ciudad fue levantada en zonas irregulares, lo que dificulta la planificación urbana y el acceso a los servicios básicos. Incluso el cerro Las Cabras - considerado cuna del cantón Durán - alberga zonas de loteo ilegal; y, los gobiernos no pueden dotar de servicios básicos a zonas no regularizadas.
En 2021, la autoridad competente realizó 12 operativos para el control de invasiones, se notificó a los responsables de 86 construcciones, se retiraron 106 estructuras y recuperaron un total de 8,17 hectáreas de áreas públicas. Esto de acuerdo al informe de rendición de cuentas de la Secretaría Técnica de Prevención de Asentamientos Humanos Irregulares.
La ausencia de estadísticas actualizadas y fiables da cuenta de la realidad de esta zona e impide análisis más detallados. Con esto, los proyectos para la dotación de servicios del Municipio se elaboran un tanto a ciegas, con base en proyecciones de crecimiento poblacional del 9% anual y las limitaciones de su presupuesto.
En 2022, por ejemplo, el Municipio de Durán previó ingresos por USD 101,7 millones, pero solo entraron USD 61,6 millones a sus cuentas. Esta baja en la ejecución de ingresos se dio, principalmente, porque en la elaboración del presupuesto se consideró créditos que no se concretaron y el cobro de tasas y tarifas que quedaron impagas.
La ejecución de gastos se concretó en un 61%, con egresos por USD 62,5 millones en todo el año; y, de ese monto solo se pagó USD 55,7 millones, quedando un saldo pendiente por USD 6,7 millones al cierre de diciembre de 2022. En 2022 también estaba previsto un gasto de USD 51,2 millones para obras, pero apenas se ejecutó un 39%; es decir, poco más de USD 20 millones. Dentro de ese presupuesto, el rubro destinado para obras de agua potable sumó USD 12,6 millones, de los que solo se devengaron dos millones. Pero esta y las anteriores cifras fueron severamente cuestionadas por el alcalde Luis Chonillo, pese a que cada cifra está registrada en el documento oficial de liquidación presupuestaria 2022 del Municipio de Durán, de acceso público en el portal de Transparencia de la institución.
¿Cifras maquilladas? Los informes son cuestionados
Por tratarse de un año electoral, la nueva administración municipal recibió un presupuesto prorrogado por USD 101,7 millones. Eso es lo que consta en los registros del presupuesto del Municipio de Durán. Según Chonillo, esa cifra está “inflada” y los informes que recibió sobre el uso de ese dinero poco tienen que ver con la realidad.
“El presupuesto que recibimos prorrogado estaba inflado e irregular. Recibimos un presupuesto de USD 101 millones, cuando sólo debería ser de USD 78 millones”, dijo en declaraciones públicas el 10 de julio de 2023, poco después de asumir el cargo.
Chonillo cuestionó el nivel de endeudamiento de la institución: USD 79 millones en total. También indicó que la anterior administración dejó de pagar los sueldos de sus trabajadores durante al menos dos meses y entre sueldos atrasados y liquidaciones, heredaron una deuda de USD 389.000.
En el corto plazo, estas deudas debían ser subsanadas con apenas USD 280.000 en las arcas fiscales y USD 12,5 millones en deudas todavía por cobrar. "Los principales deudores son ex contratistas del Municipio en obras y servicios", aseguró.
Pero no fue lo único que expuso, también denunció varias irregularidades en el ayuntamiento y sus empresas. Se encontró un 70% de obras paralizadas por problemas en su ejecución y planillas de cobro entregadas por proveedores que no estaban acorde con la realidad de los trabajos ejecutados. Los vehículos tanqueros y maquinarias de la institución "fueron usados a libre conveniencia y abuso" y "no existen registros de las actividades realizadas". El alcalde afirmó que un 80% de la maquinaria estaba inoperativa y algunos de los vehículos pesados propiedad municipal no estaban en los parqueaderos de la institución. "En nuestra primera semana de gestión, la maquinaria no estaba en el parque automotor. Solicitamos que sean regresadas al sitio que correspondía, retornando en pésimas condiciones".
Un sistema irremplazable en el corto plazo
Con un panorama como este, no es de sorprenderse que el avance de las obras para dotar de redes de agua potable en el cantón fuera lento: En tres años, de 2019 a 2021, la cobertura general del servicio apenas creció en un 0,8%, según la Agencia de Regulación y Control del Agua (ARCA), pasando del 29,39% a 30,19% de cobertura.
La misma institución también refleja un leve aumento en la cantidad de viviendas incorporadas al sistema de agua potable, pasando de 38.948 a 41.013 hogares en el mismo período. Según la ARCA, esto significa que en tres años se crearon conexiones de agua para 2.065 viviendas.
En 2022, el ex gerente de la Empresa de Agua de Durán (EMAPAD), Cristian Mendoza, aseguró que 41.065 viviendas estaban conectadas al sistema de agua potable, pero esta cifra no consta en los registros públicos del ARCA y tampoco existe un documento que lo corrobore. De hecho, la empresa municipal no ha actualizado su portal de Transparencia desde abril 2021.
Ya en 2023, tras el cambio en la dirección municipal, las cifras presentadas por Mendoza se desploman. Información proporcionada por la nueva administración detalla que solo 37.248 residencias en Durán cuentan con una conexión de agua potable, a esa cifra suman 3.873 conexiones en locales comerciales, 225 en piletas, 271 conexiones en predios industriales y cuatro tomas de agua para provisión de tanqueros.
La nueva administración municipal, con el alcalde Luis Chonillo a la cabeza desde mayo de 2023, encontró un sistema deficiente con tuberías oxidadas, deudas cuantiosas y pocos recursos. Las primeras ocho semanas en su gestión, el acueducto se rompió cuatro veces y hubo problemas en el sistema de distribución dejando sin servicio al 60% de las pocas viviendas conectadas a la red de agua pública.
El Municipio aseguró que los siete pozos de donde se extrae agua no han recibido mantenimiento desde 2020, lo mismo el acueducto. Chonillo denunció que encontró a la Empresa de Agua de Durán en un estado de “negligente abandono”.
Ante el incidente, el alcalde buscó apoyo de las asociaciones de tanqueros para procurar agua en las zonas afectadas por los cortes. Las reuniones entre los representantes del Municipio, la EMAPAD y los representantes de los tanqueros se realizó el 21 de julio de 2023, y se comunicó a la ciudadanía que hubo “un importante acuerdo”, pero no se ofreció mayor detalle: “Sumaremos cinco carros cisternas, lo que representa 500 metros cúbicos de agua potable, que será distribuida en 10 viajes diarios”, cita un mensaje de la institución sin especificar el origen ni el destino de los nuevos camiones, o si esta acción implicaba un costo al Municipio.
Hasta la fecha de publicación de este reportaje, las actas o documentos de esa reunión no fueron públicos y el Municipio de Durán, así como la EMAPAD, hicieron caso omiso de los reiterados pedidos de entrega de información enviados por el equipo periodístico responsable de este reportaje, solicitando los documentos que avalen de estos acuerdos.
Lo que sí trascendió es que, posterior a esa reunión, las zonas afectadas por los problemas en el acueducto recibieron atención prioritaria para no sufrir el desabastecimiento. El problema, según moradores de la zona, fue que al mismo tiempo otros sectores no conectados a la red pública dejaron de recibir el agua de los tanqueros, pues estos dieron prioridad a las primeras; y, durante cinco días, varios barrios que no cuentan con una conexión de agua tampoco pudieron comprarla a los camiones cisterna. La distribución de agua potable vía camiones cisterna es un sistema emergente ante situaciones inesperadas para garantizar el acceso al agua potable en situaciones complejas como terremotos, huracanes, incendios forestales y otros desastres naturales. En Durán, es un sistema a punto de cumplir 40 años de uso y su solución todavía está lejos de concretarse.
NOTA DEL EDITOR:
Para la elaboración de este reportaje se solicitó una entrevista con el alcalde Luis Chonillo. Al cierre del reportaje, la respuesta nunca llegó. Como un ejercicio de transparencia, el equipo de esta alianza periodística presenta a los lectores las preguntas que se hubieran hecho al burgomaestre, sin detrimento de agregar otras adicionales. Estas preguntas no fueron respondidas:
● ¿En qué consisten los acuerdos logrados entre el Municipio y las asociaciones de tanqueros?
● ¿Por qué los documentos o actas de estas reuniones no son públicos?
● Usted mencionó que recibió la Empresa de Agua Potable EMAPAD en condiciones precarias. ¿A qué se refería exactamente?
● ¿En qué consiste su plan para dotar de agua a Durán? ¿Cuál es el costo estimado?
● ¿El Municipio de Durán que usted recibió contaba con finanzas saludables?
● ¿Se realizó el proceso de transición con el equipo del anterior alcalde, Daltón Narvaez ¿Cuáles fueron los resultados?
● ¿Las cuentas del Municipio de Durán presentaban alguna dificultad o reto en particular?
● ¿Cuál es el diagnóstico previo de la red de distribución de agua?
● Respecto a la provisión de agua potable ¿Cuál es la meta fijada por su administración en el primer año y al final de su gestión?
● ¿Con qué asociaciones y compañías de tanqueros se firmaron acuerdos o convenios de cooperación?
● ¿Se está buscando apoyo internacional para levantar redes de distribución de agua en Durán?
● ¿Cuánto costaría dotar de conexiones de agua a todas las casas de Durán?
● ¿En cuánto tiempo se podrán ver los primeros resultados?
● ¿Podría garantizar que la provisión de agua en Durán no será solo una oferta de campaña?